Una de las más importantes repercusiones de las tecnologías computacionales en los años recientes ha sido la creación de sistemas de realidad virtual que contribuyen a una simulación cada vez más verosímil de la realidad, por la calidad de la inmersión sensorial y la forma de interacción entre el mundo virtual y el usuario. Con los sistemas de mayor inmersión, el engaño a los sentidos es tan fuerte que la simulación digital llega a sustituir la realidad.
La realidad virtual es empleada para la investigación, docencia y difusión de la cultura en una gran variedad de áreas que incluye, entre otras, arqueología, historia del arte, ingenierías, medicina, física, psicología, química y matemáticas. Su uso es también recurrente en instalaciones de museos.